Como todos ya sabéis, nuestro instituto es uno de los 600 centros que forman parte del Proyecto eduCAT1x1. El eje principal de este proyecto, pionero en España, es dotar a cada estudiante con un ordenador portátil personal, homologado por el Departament d’Educació de la Generalitat, y equipar las aulas de los alumnos participantes con una pizarra digital interactiva. De esta manera, la Generalitat pretende integrar el Plan educativo de Cataluña en el sistema europeo.
A pesar de que este proyecto proporcionará a los alumnos una buena base de conocimientos informáticos, de ofimática y de las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación), que muy probablemente les serán necesarios en su incorporación al mercado laboral, es bien sabido que no se ha llevado a cabo con las condiciones económicas, los términos y los recursos adecuados.
El primero de los problemas con que el Departament se topó, y el más importante de todos, es la falta de fondos debida a la crisis económica. La actuación del Departamento ante la crisis es, como poco, un tanto cobarde. Les salía mucho más a cuenta financiar a medias un ordenador portátil por alumno que seguir pagando el sueldo a todos el personal docentes catalán. Así que, mientras la opinión pública les es favorable y el resto del Estado ve en Cataluña un modelo de vanguardia e innovación, el Departamento prepara los recortes de profesorado.
Pero la crisis no afecta sólo a los presupuestos de la Generalidad, en la calle hay familias que han tenido que pagar la mitad del importe del ordenador estando en una situación económica frágil y delicada. Además, han hecho comprar a los alumnos de primero, segundo y tercer curso unos cuadernos de trabajo que, si casi no los han utilizado cuando aún no tenían los portátiles, ahora que ya trabajan con ordenador, ¿qué harán de ellos?
Otro de los problemas que encontramos ahora que ya se usan los ordenadores es la irregularidad de funcionamiento de la red de Internet que, aunque ha mejorado mucho, sigue funcionando a paso de tortuga y con paradas constantes. También hay contratiempos con las pizarras digitales, tanto por problemas de instalación como de mal uso.
Y aún podríamos citar algunos inconvenientes más, como la gran cantidad de horas de clase que han perdido los alumnos entre pruebas y errores de conectividad o de funcionamiento de todo el conjunto de aparatos digitales, o como las pocas restricciones que encuentran los alumnos a la hora de distraerse de la clase.
Quizá este texto puede parecer muy negativo y pesimista, pero no me gustaría que se confundiera mi opinión. El proyecto eduCAT1x1 me parece una muy buena idea, con grandes ventajas en la formación del alumnado y muy innovador. Eso sí, todos estaremos de acuerdo en que no se ha llevado a cabo con la máxima eficacia y en el período óptimo para todas las inversiones que ha supuesto.
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